Hola, bueno yo soy David, amigo de Dani y que le ayudará en su blog, hace pocos días en el mundo, han echo un reportaje en la película que salen.
Domingo, diez de la noche. El Puente del Mar, uno de los más antiguos y góticos de Valencia, se llena de vampiros. Pero no hay nada que temer, son inofensivos y no muerden en el cuello. Son no-muertos pobres pero derrochan talento y participan en el rodaje de 'Valiant el Vampiro', un proyecto al que el joven valenciano Nacho Gil le ha dedicado más de dos años de su vida y que el año que viene -con un poco más de suerte y tesón- llegará a las pantallas.
Nacho Gil lleva invertidos 14.000 euros en el rodaje de 'Valiant el vampiro'
Si hay algo que se puede decir de esta producción, de la que ya se pueden ver algunas escenas en internet, es que una rara avis en el cine español, el paraíso de la película subvencionada: todo lo ha pagado el director de su bolsillo o con ayudas de particulares (lleva invertidos unos 14.000 euros). Sin dinero y con pocos medios, pero no sin talento, Valiant se convertirá en la carta de presentación de Gil (que ya ganó un premio Tirant lo Blanch en 2008 por 'El Secreto de Sorolla' y otro en 2009 por 'K-375 Entre Nosaltres') y que parece estar condenado a engrosar la lista de jóvenes directores españoles de los que todo el mundo hablará dentro de poco, pero al que -de momento- nadie ha echado una mano.
A medida que se acerca la hora de empezar a rodar, el Puente del Mar se va llenando de figurantes, un caos ordenado que dirige con paciencia Cristina Vergara, su compañera en Films D'Aram Producciones. Cada uno va llegando con la ropa gótica traída de casa y, sin esperar un euro, aguantan las más de seis horas de rodaje haciendo frente a problemas tales como el frío o la necesidad de encontrar un lugar donde aliviar la vejiga.
No hay ni para eso, aunque no les faltará un bocadillo pagado, eso sí, por Gil. Todos ellos son voluntarios que respondieron a un anuncio y no han fallado. Hay, por supuesto, actores valencianos que ya empiezan a ser conocidos, como Kike del Rio, Mayte Mira y Alfredo Martín (todo un experto en cultura gótica y vampírica) y que tampoco cobrarán por su participación, pero que están encantados de colaborar en un proyecto en el que todos creen y que, están seguros, les ayudará a subir peldaños en una profesión tan complicada.
Todos coinciden en señalar que Gil tiene mucho talento, paciencia, y capacidad para hacer creíble un proyecto al que, si no fuera así, no se habrían apuntado. No mienten. Basta asistir entre bastidores para darse cuenta de que tiene las cosas claras y que le está poniendo el mismo empeño que si rodara una superproducción. Lo único 'amateur' en Valiant es el presupuesto ya que en la película no faltarán ni escenas de lucha (con katana, como dicta la tradición) ni efectos especiales resueltos con mucho ingenio.
Uno de los méritos de la película es el guión. No se trata de un intento de sumarse a la moda vampiro impuesta por películas como 'Blade' o 'Crepúsculo', sino que parte de una historia que sólo podía contarse recurriendo a los no muertos. Valiant (que interpreta Alfredo Martín) es un ser que ya no recuerda quién fue cuando era un humano. Por eso, decide afincarse en un lugar (Valencia) y escribir sus memorias para no volver a olvidar su vida.
A partir de ahí, no se puede desvelar más, pero por lo poco que cuenta Gil se nota el esfuerzo que hizo mientras escribía el guión para huir de los tópicos (sin que eso impida encuadrar su película dentro del género). Por ejemplo, el protagonista no es el bueno ni Mael -un brujo que cultiva el esoterismo- será el malo, aunque ambos son antagonistas y cada uno representa valores muy distintos. Habrá enfrentamiento y luchas, pero será el espectador el que finalmente decide si vence el bien o el mal o, si todos se mueven en zonas grises.
A Gil le han gustado desde bien joven las míticas películas de la productora británica Hammer, en la que se coronaron actores como Peter Cushing o Cristopher Lee
Nacho reconoce que, desde joven, ha sentido interés por las míticas películas de la productora británica Hammer (maestro en el noble arte del terror sin una libra), y en la que se coronaron actores como Peter Cushing o Cristopher Lee. También incluye dentro de sus referencias el Nosferatu de Murnau y se confiesa lector de Anne Rice o Lord Byron, pero que la película tratara sobre vampiros fue casi una casualidad.
"Al principio", explica, "pensamos en hacer un corto, pero luego la idea fue haciéndose grande y vimos que teníamos una trama, unos personajes, y muchas ganas de hacer algo. Así fue como nació la idea de lanzarnos a hacer un largometraje". ¿Se estrenará? es una pregunta obligada. "Confiamos en que sí, pero nosotros nos lanzamos a hacer la casa por el tejado: quisimos rodar y lo que venga después, bienvenido sea". Distribuirla en DVD, intentar que acabe en televisión (o comercializar la banda sonora creada por Miguel Gómez) son algunos de las ideas que tiene en la cabeza. Pero, por supuesto, la cinta le servirá como carta de presentación a la hora de intentar embarcarse en nuevos proyectos.
Dicen que el gran problema del cine español es la falta de presupuesto. Que se lo digan a él, un mileurista (o menos) que dejó su trabajo y se lanzó ha hacer realidad su sueño con la inestimable ayuda de los cero euros que ha obtenido en ayudas y subvenciones. El secreto está, dice, "en que la película es de todos los que han participado y nos hemos ido contagiando el entusiasmo".
Para hacer una idea, de su bolsillo ha salido el dinero imprescindible para pagar desde los bocadillos de los figurantes hasta los seguros, pasando por los permisos municipales para poder rodar en Valencia. Así, con tanto esfuerzo como talento, se enfrenta ya a las últimas semanas de rodaje de una producción que para nada parece haberse sacado con tan pocos medios que casi parecen cuartos (aunque nadie lo diría por los resultados). "Teníamos la idea de rodar varios cortos al año, sobre todo para ir aprendiendo, pero todos nos fuimos animando y al final nos dimos cuenta que para rodar cuatro cortos al año, lo mismo nos iba a costar hacer un largo". De momento, así va siendo.
Sin duda, uno de los aspectos que más llamará la atención de Valiant es su ambientación. Gil ha conseguido devolver a Valencia una historia arquitectónica que, aunque no se lo crean en las instituciones, ya existía antes de que Santiago Calatrava la sembrara de obras faraónicas.
Localizaciones de Valencia como la plaza de la Virgen, la Catedral y los Jardines de Montforte o el Parterre se convierten en una excelente ambientación para esta cinta de vampiros.
Es difícil no sorprenderse al ver cómo el director ha conseguido convertir lugares tan conocidos como la plaza de la Virgen, la Catedral y los Jardines de Montforte o el Parterre en una excelente ambientación para esta cinta de vampiros. Su gran acierto ha sido no convertirla en una suerte de Transilvania, sino en haber sabido mirar con otros ojos una ciudad a la que ningún cineasta le ha dedicado especial interés.
Un dato curioso es que la casa del protagonista es, en relidad, la de la abuela del director. "Es una casa muy antigua y en la que mi hermano y yo nos criamos, y nos pareció una buena idea hacerle una especia de homenaje con la película".
Para que Valiant sea toda una realidad, aún quedan varias jornadas de rodaje y el montaje final, un proceso que no concluirá hasta finales de año. Pero el objetivo inicial, hacer una película como sea, se habrá conseguido. Si sale bien -y bien es, simplemente, que salga- seguro que más de un productor le ronda y le ofrece alguna oportunidad.
Desde luego, a alguien más adecuado no van a encontrar. Su escuela es la experiencia y ya se ha convertido en una especie de Roger Corman capaz de hacer realidad una película sin casi dinero. Curiosamente, algunos de sus proyectos anteriores ('El Secreto de Sorolla' y 'K-375') los realizó con alumnos de un colegio y un instituto respectivamente. Ganas, talento y motivación. Lo que no quita que si la próxima vez alguien se anima a darle una pequeña subvención no la vaya a rechazar.
Bueno Un Saludo!
/ David